Javier Milei y Sergio Massa se enfrentarán en una segunda vuelta por la presidencia

Sergio Massa y Javier Milei irán al balotaje por la presidencia de Argentina

“Sergio Massa con el 36,6% supero al libertario Javier Milei con el 30%, lo cual no es suficiente y ambos se deben ver las caras el 19 de noviembre en una segunda vuelta electoral”

Pese a las predicciones y las encuestas, Sergio Massa, ex ministro de Economía del actual gobierno, ganó este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina. Con el 36,6% de los votos, sin embargo, no es suficiente para ser presidente de Argentina y se las tendrá que ver con Milei en una segunda vuelta.

Por su parte, Javier Milei, el fenómeno político que irrumpió en la política argentina dispuesto a hacer un cambio radical en el país, sumó el 30% de los votos escrutados.

Milei y Massa se verán las caras el 19 de noviembre en una segunda vuelta. Los resultados de esta primera vuelta ocultan una frustración y un milagro.

Milei, que esperaba un triunfo que lo dejase a las puertas de la Casa Rosada, no logro llevarse la victoria en una primera vuelta. Mientras que Massa, que, como ministro de Economía, ha sido participe de una economía con que tiene un 140% de inflación, 40% de pobres y el Banco Central con reservas en rojo.

De acuerdo con el diario El País, el voto del miedo promovido por Massa venció al voto del cambio de Milei.

Mientras que, por otra parte, la candidata Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, la alianza que en 2015 llevó a la Casa Rosada a Mauricio Macri, quedó fuera de la jugada.

La exministra de Seguridad quedó en tercer lugar, con el 23,8% de los votos, y fuera de la carrera definitiva. La derrota tiene dimensiones épicas. La derecha tradicional no vio venir a Milei, perdió la bandera del cambio y se enfrenta ahora a un doloroso proceso de descomposición.

En las elecciones primarias obligatorias que se celebraron en el mes de agosto, Massa había quedado de tercero, detrás de Milei y Bullrich.

Según explican los expertos, la remontada hay que buscarla en la provincia de Buenos Aires, con especial atención en eso que en Argentina llaman el conurbano, los distritos que rodean la capital. Allí se concentra el 24% del censo nacional y fue allí donde el peronismo achicó, voto a voto, la diferencia con sus rivales.

Irónicamente, el conurbano es el más populoso del país y también el más pobre. El peronismo nació en esas barriadas proletarias hace 80 años y desde entonces ha arrasado en las urnas.

Mientras que Milei hizo cuestionamientos a esta hegemonía, haciendo promesas de acabar con los planes sociales, la educación y la salud pública, así como de echar a la calle a decenas de miles de empleados del Estado, donde existen enormes gastos públicos.

Este domingo, el peronismo recuperó el aire. El gobernador de la provincia, Axel Kicillof, cercano al kirchnerismo, obtuvo la reelección con el 44,9% en un distrito sin segunda vuelta y le dio a Massa los votos necesarios para meterse en la pelea por la presidencia.

De esta forma el peronismo se hizo fuerte donde debía y sumó más de 2,5 millones de votos entre las primarias de agosto y la primera vuelta de este domingo.

Sin embargo, este lunes comienza la pelea nuevamente de los candidatos por los votos de Juntos por el Cambio. Tanto Massa como Milei tienen posibilidades de pescar apoyos en ese espacio heterogéneo que es la alianza macrista.

Favoreciendo a Milei, que la mayor parte del votante de Bullrich es profundamente antiperonista y nunca votaría por Massa o cualquier otro dirigente de ese espacio. Parte de ese electorado irá a Milei; los que no quieran votarlo seguramente optarán por quedarse en su casa.

Milei aprovecho esta situación y tendió en la noche del domingo puentes hacia ese sector, con quien mantuvo agrias disputas durante la campaña.

“Vengo a dar por terminado el proceso de ataques y hacer tabula rasa para terminar con el kirchnerismo. Más allá de nuestras diferencias, tenemos que entender que enfrente tenemos una organización criminal, el kirchnerismo es lo peor que le ha pasado a Argentina”, señaló el candidato.

Por su parte, Bullrich ya había anticipado que, si el objetivo es terminar con el Gobierno peronista, está dispuesta para la batalla. “Nunca vamos a ser cómplices del populismo en la Argentina, ni de las mafias que destruyeron este país”, dijo frente a sus seguidores.

Mientras que Massa centra sus posibilidades entre los cambiemitas (aquellos que respaldaron la coalición Cambiemos, que llevó a Mauricio Macri a la presidencia), que en las primarias apostaron por el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

Estos son los votantes más cercanos a la socialdemocracia que está dispuesto a sacrificar su antiperonismo si ve en Milei un peligro institucional.

De igual forma Massa tendrá también aliados entre los radicales que integran Juntos por el Cambio. “Quiero hablarles a esos miles de radicales que comparten con nosotros valores democráticos como la educación pública y la independencia de poderes. Voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los próximos 30 días para ganarme su confianza”, dijo el exministro de economía.

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