Acusan en Ciego de Ávila a las vacas de la baja producción de azúcar

En Ciego de Ávila las vacas contrarrevolucionarias se comen los campos de caña

“Hoy la culpa recae en las pobres vacas, que se comen los campos de cañas que no producen, donde se inflan resultados falsos, en procesos agrícolas que no son rentables”

Al norte de Ciego de Ávila, más especifico en el municipio de Chambas, alertan los medios oficialistas, las vacas causan desastres en los campos de cañas o sería mejor decir lo que quedan de esos campos que son cogollos perdidos en yerba.

Cuando crees que has visto todo con el régimen comunista de Cuba, siempre sacan algo más que supera su anterior barrabasada y pone la vara más alta, esperando la siguiente para llenarnos de asombro, esto explica la razón de porque un país sumido en la miseria y la mediocridad.

Este es el caso de esta publicación, que a todas luces pretende desviar la mirada de una realidad que no puede ser tapada con un dedo y mucho menos la mano, ahora sale el periodista de Ciego de Ávila, Ortelio González Martínez, con este reportaje que más que una denuncia, pone al descubierto la inoperancia del sistema comunista implantado en Cuba desde hace 64 años.

En una historia, que bien pareciera sacada del libro de Jaime Lopera y María I. Bernal, “La culpa es de la Vaca”, el articulo intenta culpar a las vacas que pastan en campos de caña donde en estos momentos solo hay cogollos perdidos en yerba, de lo que fuera la principal industria cubana.

El central Enrique Varona, en Ciego de Ávila, se encuentra paralizado desde hace tres zafras, como muchos otros centrales en la provincia avileña y otros que ya no existen, que solo quedan recuerdos y una torre que amenaza con caer encima de varias viviendas como lo es el del municipio Venezuela.

Central azucarero Enrique Varona en Ciego de Avila, Cuba
El central azucarero Enrique Varona en el municipio Chambas en Ciego de Ávila, Cuba, se encuentra en total deterioro y parado hace tres años por múltiples causas y por la baja rentabilidad de los campos de cañas.

Entre los factores que influyeron en la paralización de dicho central se encuentra según el periodista oficialista el bajo “rendimiento agrícola, de apenas 32 toneladas por hectárea”, lo cual significa que los campos aun sembrados de caña no producen lo suficiente para ser explotados, sin embargo, es mucho mejor culpar a las vacas por estas perdidas.

Estos cañaverales, que como reza en el artículo no están siendo explotados en una industria que agoniza por malas decisiones del régimen, están siendo aprovechados para alimentarse por las vacas a las cuales califica de “piernas livianas”, por buscar como sobrevivir lo mismo que hace el pueblo cubano en estos momentos.

“Ahora es el ganado blanco. A partir de este mes comienzan a salir los búfalos y es cuando se formará la de San Quintín, no porque se fajen, sino porque el daño se incrementará”, agrega el periodista en su artículo.

En un país donde el pueblo no tiene ni leche, ni carne y mucho menos azúcar, el administrador de la UBPC azucarera Biscusia, Edel García Francia, asegura que no están entregando terrenos para lo que no sea el cultivo de la caña de azúcar.

Por otra parte, García reconoce que “cuando las dan, falta el alambre, no tienen recursos y lo que hacen es pastorear en la caña; y no solo eso, también acaban con los canales del arroz y con todo, y son los primeros incumplidores de planes de producción de leche”.

Sin embargo, lo que no comenta García es que el estado cubano es el responsable de proveer todos estos insumos para la ganadería, ya que es el estado quien mantiene el control de toda la economía cubana y de todos los recursos.

Bajo un sistema que ha probado una y otra vez que no funciona y que ha llevado al país a la debacle económica, donde el pueblo se mantiene eternamente de limosnas y dadivas que da el régimen.

En una disputa donde ganaderos y cañeros se lanzan la pelota, son las vacas las únicas culpables al final de un desplome de la industria azucarera, que en las ultimas zafras ha cifrado como las peores de toda la historia republicana de la isla.

“En dos años las vacas se han comido 448 hectáreas, el equivalente a más de 14 900 toneladas que, si las hubieran vendido a 700 pesos como promedio, serían unos 10 millones de pesos”, dijo Leosdanys González Borges, director de Caña de la empresa agroindustrial azucarera Enrique Varona.

Aseveración que causa risa, ya que el central lleva parado tres años y según el propio articulo castrista, expresa que el rendimiento por hectárea es muy inferior no siendo rentable. El régimen lejos de buscar incrementar el numero de vacas que podría palear el hambre hoy existente se enfoca en una disputa con una industria agonizante.

Otro de los funcionarios del ramo de la agonizante industria de Ciego de Ávila, dice que, “Estamos haciendo caña para que otros produzcan leche”, la gran pregunta de los cubanos es ¿Dónde está la leche? se preguntan los cubanos.

“Te pongo un ejemplo” continuó en su magistral disertación “la caña la pagan, como promedio, entre 700 y 735 pesos la tonelada, de acuerdo con la calidad. Si a esos 10 millones de pesos le sumamos el gasto (20 000 pesos) en la preparación de una hectárea de tierra, la cifra se eleva a unos 19,4 millones de pesos cuando sumamos el total. Insostenible”.

En dicha disertación, esta claro que la producción de caña en estos momentos en Cuba no es rentable, no se puede producir a precio alto, para cobrar por debajo de los costos, lo cual muestra la insostenibilidad de la industria cubana.

Por otra parte, los funcionarios castristas criticaron a los ganaderos, quienes ni permitiendo que sus vacas se coman los campos de cañas no cumplen los planes de producción de leche, “en el conteo de finales de 2022 “descubrieron” un faltante de 2 000 cabezas”, agregó el funcionario.

Sin embargo, este no es un problema nuevo en Cuba, por 64 años el régimen ha querido mantener el control de todas las industrias y empresas, no respetando la propiedad privada, ni permitiendo el desarrollo de estas, generando altos índices de corrupción en el país.

Hoy la culpa recae en las pobres vacas, que se comen los campos de cañas que no producen, donde se inflan resultados falsos, en procesos agrícolas que no son rentables y que se siguen manteniendo como se mantiene un régimen que ha probado una y otra vez su total fracaso.

Esta vez no se puede culpar al bloqueo yanki, porque esta vez son las vacas contrarrevolucionarias que destruyen los cañaverales que no producen absolutamente nada en un central que tiene 3 años parados en total abandono.

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