“La gasolina en Cuba es un lujo exclusivo que solo los que manejan dólares y otras divisas se pueden dar”

La gasolina cubana ha ido bajando su valor y se encuentra como una de las mejores ofertas del mundo, sin embargo, es solo para aquellos que tienen acceso al dólar y no para el cubano común, que ve como el valor del peso cae cada día más.

La gasolina «especial» (94 octanos) explicó la agencia Reuters, se vende en la nación insular caribeña a 30 pesos, o 11 centavos por litro (42 centavos por galón) al tipo de cambio actual del mercado negro, entre los combustibles más baratos del mundo, según la base de datos en línea GlobalPetrolPrices.com .

Cuba Precios de la gasolina, litro, 11-dic-2023, según Global Petrol Prices

Si se compara una botella de agua de medio litro embotellada en Cuba se vende entre 100 y 200 pesos, más de diez veces el precio de la misma cantidad de gasolina.

El régimen de la Cuba comunista ha subsidiado la gasolina durante décadas, desde principios de la revolución del ya extinto Fidel Castro, sin embargo, lo que no tiene en cuenta la información de los medios internacionales es el déficit de combustible en la isla y las restricciones para su compra.

Mientras tanto, el dólar, que los cubanos obtienen principalmente a través de remesas o turismo, se ha disparado de un valor de 170 pesos hace un año a 270 pesos en el mercado negro este martes.

Lo que trae como consecuencia que quienes tienen acceso a los dólares tendrán mucho más poder adquisitivo para productos como la gasolina y otros combustibles, todavía etiquetado en pesos.

A diferencia que, para un cubano que vive sólo de pesos, llenar el tanque con gasolina típico cuesta más de la mitad del salario mínimo mensual de 2.100 pesos.

En 2021, el peso comenzó una fuerte caída luego de que el gobierno cubano anunciara una reforma monetaria que abandonó el complejo sistema de doble moneda, generando un nuevo mercado negro de divisas que ha contribuido al aumento de los precios en la isla.

«La situación es paradójica», afirmó Bert Hoffmann, experto en América Latina del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales.

«Por un lado, las políticas del Estado intentan mantener un mínimo de cohesión social. Por otro, son las propias políticas monetarias del Estado las que están impulsando la creciente brecha de desigualdad», agregó.

El subsidio de la gasolina y otros combustibles en Cuba, ha sido la excusa durante 64 años para mantener los bajos salarios pagados a los trabajadores del sector estatal, acompañado de las supuestas gratuidades en la atención médica y educación, así como tarifas comparativamente bajas de los servicios públicos.

Sin embargo, todos estos servicios son muy decadentes y de muy mala calidad, que han empeorado ante la crisis económica en la isla, que el régimen de Cuba se justifica y atribuye al embargo comercial estadounidense que no le impide adquirir productos en el mercado norteamericano.

Cuba importa la mayor parte de su crudo, principalmente de México y Venezuela. Pero sus precios de ganga sólo son más caros que los de países como Irán, Libia y Venezuela que cuentan con importantes reservas de petróleo.

De tal forma, los cubanos y extranjeros que viven fuera del país y que reciben sus salarios en dólares y otras divisas, les puede parecer sumamente económico ponerle gasolina a un auto alquilado en la isla, lo cual es muy diferente para el cubano que vive dentro.

Estos cubanos residentes fuera del país y los extranjeros, son los que ha utilizado el régimen para sostenerse y son estos los que inyectan de dólares a una economía en quiebra que no logra levantarse por sus propios pies.

Esta es la razón por la que el régimen comunista incita a la emigración y luego pelea por el envió de remesas a la isla.

Para el analista Hoffmann, controlar la creciente desigualdad significa volver a alinear el peso con el dólar, pero en la actualidad está sucediendo lo contrario.

«No se vislumbra una solución fácil», afirmó Hoffmann.

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