“La crisis de la harina para el pan en Cuba se suma a la enorme crisis alimentaria y económica que demuestran el total fracaso de la economía que ha querido implantar el régimen comunista de la isla”

Cuba mantiene una enorme crisis económica que cada día empeora, mientras que el régimen comunista se empeña con aplicar medidas desacertadas que en los 64 años que lleva en el poder, han demostrado ser un fracaso total, llevando al país a un descalabro total.

A pesar de las criticas hechas por el presidente de la Asamblea nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, quien días atrás criticaba la conocida como Harina de Castilla, proveniente de España, lo cual catalogó como una forma de esclavismo, Cuba sigue dependiendo de la importación de este producto para la elaboración del pan.

Un pan que es constantemente criticado por los cubanos, por la mala calidad, del que se les vende a los cubanos, sin embargo, el que se vende a los turistas y por MLC, moneda que no cobra el cubano, es una historia totalmente diferente.

El medio oficialista Trabajadores, publicó un artículo donde a través de justificaciones y excusas, muestra la situación deplorable en la que se encuentra este rubro en la isla, que va por el mismo camino de los centrales azucareros y la generación de electricidad.

El régimen comunista cubano, se ha enfocado en la dependencia de las importaciones de la economía de la isla, más no de la producción nacional, como una estrategia para captar las divisas que envían a través de las remesas los familiares en el extranjero a los ciudadanos en la isla.

De esta forma, el país vive sumergido en una profunda crisis en espera de algún barco cargado de trigo que entre al país para poder moler y convertirlo en harina para elaborar el pan, sin embargo, nunca se explicó cuanta de esta harina va a parar en la confección del pan por divisas, para lo cual nunca está en falta.

Wilber Parra, director de los molinos Turcios Lima, de la Habana, explicó que, a la llegada de un barco con trigo al puerto, se incentiva a los trabajadores para que la descarga sea mucho más rápida de lo pactado y de esta forma podrían descargar algo más por pronta descarga.

“Hoy tenemos un ritmo bueno y logramos unas 500 toneladas más de descarga que lo pactado con los barcos, lo cual es muy bueno, por­que esos trabajadores pueden ga­nar entonces por pronto despacho”, señaló el directivo.

Por otra parte, Suset Álvarez, secretaria general del buró sindical, indicó que, “El propósito es ese pronto des­pacho, si lo logramos sería un im­portante ahorro para la economía nacional. Además, constituye un dinero que va a esos trabajadores”.

Sin embargo, según Álvarez, a los trabajadores cubanos se les debe dinero de descargas anteriores de otros barcos.

A todo esto, se le suma el mal estado de los molinos, con plantas muy viejas y obsoletas, una constante que se pone de manifiesto en todas las industrias del país, donde el gobierno no cuenta con estrategias económicas para la renovación de la tecnología.

De igual forma, otros contratiempos como las grúas dañadas, turbinas trancadas entre otros problemas que afectan el trabajo, así como la transportación de la harina a las provincias, donde han optado por hacer transporte marítimo a ciertas provincias.

El problema de la harina en el país caribeño es uno de los tantos problemas que afecta la nación caribeña, donde la industria azucarera, luego de ser la principal industria del país, paso a casi desaparecer.

El gobierno lejos de actualizar la técnica y remodelar los centrales azucareros se dedico a desmantelarlos y hasta regalar algunos centrales chatarra como lo hizo con Venezuela.

El sistema comunista cubano, ha demostrado su incapacidad para levantar la economía y generar un ambiente de prosperidad entre los cubanos, todo lo contrario, cada día la situación es mucho más crítica e insostenible,

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