“El activista, pidió las recetas para comprar el medicamento en otro municipio le dijeron que no porque no había papel para las recetas y que en ninguna farmacia de la provincia de Santiago de Cuba había estos medicamentos”

El activista y expreso politico cubano Francisco Herodes Díaz Echemendía, denunció mediante un video en las redes sociales que fue al hospital buscando atención médica por una bronconeumonía y el único medicamento que le pudieron recetar fue coger sol en la espalda.

Según contó el activista cubano, fue buscando ayuda médica al hospital militar en Santiago de Cuba y le hicieron placas en los pulmones, lo cual arrojo que el mismo presenta una inflamación pulmonar por una bacteria.

“La doctora me dijo que no podía tratarme porque no tenia medicamento”, narró el activista cubano, quien pidió que le ingresaran, “la doctora me pregunto si era civil o militar, cuando dije que era civil me dijeron que no podían”, agregó el activista.

“Por lo visto los militares valen más que los civiles en este país”, lamentó el activista cubano, quien además fue preso político de la dictadura castrista.

De igual forma, la doctora que le atendió le dijo que no podía darle receta para los medicamentos que el activista requiere para su salud, debido a que en las farmacias de Santiago de Cuba no existen los medicamentos para la atención médica.

La única solución que le dio la doctora fue comprar en la calle en el mercado negro los medicamentos, que según la doctora que le atendió, la azitromicina y el Sulfaprim se encuentran en la calle entre 300 y 600 pesos el paquete de pastillas.

Por otra parte, dijo el activista, que cuando pidió las recetas para comprar el medicamento en otro municipio le dijeron que no porque no había papel para las recetas y que en ninguna farmacia de la provincia de Santiago de Cuba había estos medicamentos.

La solución para el hombre es salir a la calle a buscar los medicamentos en el mercado negro para poder tratarse, medicamentos que salen de los propios almacenes donde el régimen los guarda y que debido a la enorme corrupción que ha propiciado la dictadura castrista, se venden en las calles y no en las farmacias y a precios exorbitantes.

Desafortunadamente, la situación de este activista cubano no es única, a través del internet a diario se encuentran los ciudadanos de a pie intentando recibir algún tipo de medicamento porque el régimen castrista, quien intenta controlar todo dentro de Cuba, no logra abastecer las farmacias del pueblo, mientras en farmacias por divisas existen todos los medicamentos necesarios.

Recientemente se dio a conocer que las presas en la Prisión de Mujeres de Occidente en el Guatao, en La Habana, se encontraban todas con infecciones vaginales, producto de las condiciones de insalubridad y la contaminación de las aguas de consumo dentro de la prisión.

En este caso se repite el patrón de que nel centro penitenciario tampoco cuenta con los medicamentos necesarios para contrarrestar la enfermedad por la que están atravesando las reclusas en el penal.

Otras denuncias en cárceles cubanas cuentan de brotes en al menos 3 cárceles de tuberculosis donde las condiciones de igual forma son propicias para este tipo de infecciones, mientras el régimen empeñado en continuar con su política fallida pide resistir a los cubanos que mueren lentamente con todo tipo de carencias.

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