“Uneac intenta verse como víctimas ante cancelaciones de Buena Fe, pero no hablan de los artistas presos y los cientos de exiliados”

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) ha pegado su acostumbrado alarido cuando es a ellos a quienes se les cierran las puertas, algo que ha sucedido con el dúo de cantantes acólitos del régimen Buena Fe o más bien nombrado por el pueblo como Mala Fe.

Como es costumbre de todas las instituciones castristas, la Uneac también exige una justicia selectiva, que se muestra a favor de quienes responden a la agenda comunista, dirigida y gobernada por el régimen dictatorial comunista.

Mediante un escueto y banal comunicado la Uneac se refiere a las recientes cancelaciones de diferentes conciertos del dúo Buena Fe como, “la barbarie que se revela en el hostigamiento y persecución”, sin embargo, no hace alusión de la persecución contra los artistas en la isla.

A través de su cuenta de Twitter, la Uneac escribió: “Con indignación hemos asistido a la barbarie que se revela en el hostigamiento y persecución a que han sido sometidos en las últimas jornadas el dúo cubano #BuenaFe y los empresarios y promotores españoles comprometidos con su gira por varias ciudades del país europeo”.

Los alaridos de la Uneac se producen luego de que días atrás los médicos cubanos Lucio Enriquez Nodarse y Emilio Arteaga Pérez fueran agredidos físicamente en un concierto que se realizaba en Madrid, España, mientras pedían libertad para los presos políticos y libertad para Cuba.

Ambos médicos fueron golpeados por agentes de la seguridad cubana entre los que ha sido reconocido un Cónsul de la embajada castrista en ese lugar, producto de esta agresión los galenos cubanos han interpuesto denuncias penales contra los funcionarios castristas.

A raíz del incidente, varias salas han anunciado la cancelación de los eventos que tenían programado con el dúo castrista, que tanto se ha prestado para difamar a colegas y a otros cubanos que muestran oposición a la dictadura comunista.

La victimización del régimen

En un intento de victimización, la Uneac publica en su comunicado, “Se trata de un atentado contra la civilidad, de un manifiesto desprecio a la cultura y a quienes defendemos el derecho a hacer nuestra obra desde esta Isla bloqueada y calumniada”.

Paradójicamente, y con una falta de coherencia total, en un hecho que se produce en España, al otro lado del mundo, la Uneac culpa a lo que llama “secta plattista enquistada en el Sur de la Florida”, una clara evidencia que no pueden dejar de mencionar a los EEUU y culparlo por todo.

Increíblemente a la Uneac se le olvidó mencionar como fueron reprimidos cientos de artistas que protestaron en las mismas puertas del ministerio de cultura, quienes exigían un cambio y libertad de expresión el 27 de noviembre del 2020.

La protesta pacífica que fue creciendo con las horas frente al Ministerio de Cultura, estaba compuesta por estudiantes, artistas, periodistas, arquitectos, cineastas, diseñadores, profesores, escritores, se plantaron durante horas para manifestar su rechazo a la violencia del Estado y exigir respeto a la libertad de expresión.

La noche anterior, la sede del Movimiento San Isidro, donde un grupo de personas se había acuartelado para reclamar la liberación del rapero Denis Solís, había sido allanada por las autoridades cubanas y la noticia había causado una gran indignación.

Sin embargo, la justicia selectiva que reclama el régimen castrista, quienes se alarman de la justicia en otros países donde si funciona a diferencia de Cuba, no recuerda que el rapero Maykel Castillo “Osorbo”, quien ha sido premiado en múltiples ocasiones a nivel internacional se encuentra tras las rejas castristas.

Otro artista que se encuentra pagando condena es Luis Manuel Otero Alcántara, condenado por exigir cambios en Cuba y destruidas sus obras, al cual se suman periodistas como Lázaro Yuri Valle Roca y otros tantos que se encuentran en prisión.

La lista es larga cuando existen cientos de periodistas, artistas y ciudadanos comunes que han tenido que emigrar de Cuba, otros que no les permiten regresar a Cuba producto de su forma de pensar de forma diferente.

Pese al odio que muestra el régimen por los países de libre empresa o capitalista, es allí a donde manda a sus artistas acólitos a buscar el dinero que tanto odian, mostrándose al mundo como víctimas, siendo lobos vestidos de corderos.

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