“La presa política Lizandra Góngora se encuentra hospitalizada por sangrados que ponen en peligro su vida y lamenta tener a sus hijos lejos en este momento”

La presa política Lizandra Góngora Espinosa se encuentra hospitalizada por más de una semana en un hospital de Isla de la Juventud debido a que está presentando sangramientos, según ha explicado su esposo Ángel Delgado.

«Se encuentra en un hospital en Nueva Gerona y está sangrando. Su vida corre peligro. Pido ayuda internacional y que se haga todo lo posible por que Lizandra salga de ese problema», explico el esposo a través de una denuncia publicada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).

Según explicó el esposo de Lizandra, la prisionera política dijo que no quiere que sus hijos «se queden solos» y lamentó que ellos no pueden estar cerca de ella en estos momentos.

Lizandra fue trasladada a un hospital, a finales de febrero, donde no hay medicamentos ni especialistas para atenderla.

Hasta esa fecha solo le habían puesto una inyección que le alivió temporalmente el dolor, pero luego le regresó. Le dijeron que solo podían operarla del fibroma que tiene por urgencia.

A través de su cuenta en Facebook la OCDH escribió, “El esposo de la manifestante del #11JCuba y presa política Lisandra Góngora Espinosa, actualiza sobre la situación de Lisandra, actualmente internada en un hospital de La Isla de la Juventud”.

Lizandra se encuentra recluida desde marzo de 2023 en la cárcel Los Colonos, en la Isla de la Juventud, lejos de su familia, que reside en La Habana, luego de haber participado en las protestas del 11J, donde los cubanos pidieron un cambio para Cuba.

El esposo explicó en aquel momento que el traslado de Lizandra había sido diseñado para dificultar el contacto entre la activista y sus hijos, en un intento por «doblegarla».

Desde entonces se hallan a unos 160 kilómetros de distancia y el acceso al lugar solo es posible a través de barco o avión, lo que hace más difícil aún el contacto de la familia con la presa política.

Lizandra Góngora, es madre de cinco niños, y fue condenada a 14 años de prisión por cargos de «sabotaje», «robo con fuerza» y «desórdenes públicos» debido a su participación en las protestas antigubernamentales de julio de 2021 en Güira de Melena, Artemisa.

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