Kindelán la historia de un acolito desechado por el régimen castrista
“La historia de Mario Kindelán no es única, muchos deportistas, artistas y profesionales han sido utilizados y cuando dejan de servir, son desechados como basura inservible”
El exboxeador cubano Mario Kindelán, quien fuera el doble titular olímpico en Sydney 2000 y en Atenas 2004 dijo en entrevista publicada por Play Off Magazine, que se vio obligado a vender su medalla de Sydney, por no tener dinero para comprar alimentos ni para mantener a sus hijas.
La historia de Kindelán, no es un hecho aislado entre muchas personas que han adorado por encima de todo al régimen comunista y en especial al desaparecido dictador Fidel Castro, quien los utilizaba y luego los desechaba como restrojos en la basura.
“De la venta de mi medalla olímpica de Sydney 2000 todavía no me arrepiento. La vendí porque me vi en una situación crítica. No tenía prácticamente nada para comer ni para mantener a mis hijas, y tuve problemas personales que me llevaron al divorcio”, explicó al medio deportivo el excampeón olímpico.
“La vendí porque era mejor tener cuatro o cinco pesos para poder comer que desertar”, agregó Kindelán.
Sin embargo, el pugilista cubano que con su esfuerzo propio alcanzó grandes resultados, recalcó su fidelidad al dictador comunista y culpable de tantas desgracias por las que atraviesa hoy Cuba. “Traicionar a mi Comandante, eso no lo iba a hacer nunca, porque aunque ya no esté, mi palabra es leal”, expresó.
“No importa dónde la gente se encuentre, si en el cielo, si en la Tierra, o si en el infierno. Cuando se es leal a alguien y a algo, hasta el propio enemigo te valora. Esa es mi forma de ser, leal 100 por ciento, que pocos cubanos ya tenemos esa lealtad”, dijo Kindelán pese a la debacle económica por la que atraviesa.
El servilismo del deportista que tantas glorias dio a la isla en el pasado y que hoy se encuentra completamente quebrado, generó varias reacciones en las redes sociales, como el comentario que hizo Glenda Rancano, “Muérete de hambre comunista miserable…que asco y vergüenza”.
Kindelán fue noticia nuevamente en días pasados, cuando intentó vender su medalla de Atenas 2004 a quien fuera su adversario en la final, el británico Amir Khan.
El británico contó lo sucedido a través de las redes sociales y le regaló al cubano los 5 mil dólares que pedía por la medalla.
El pugilista británico comentó haberse encontrado con Kindelán a quien muestra en un video en un evento en Bahréin y que le impresionó el mal estado financiero en el que se encontraba un excampeón olímpico y uno de los más destacados púgiles amateurs de la isla caribeña.
“Me dolió cuando me decía que no tenía dinero, así que le di algo de efectivo. Luego dijo: ‘¿Quieres comprar mi medalla de oro?’ Al principio pensé que estaba bromeando, pero él dijo: ‘Realmente quiero venderte mi medalla de oro para poder construirle una casa a mi madre, la familia es muy pobre y quiero construirle una casa'», relató Amir Khan en una conversación con talkSPORT Fight Night.
Así mismo Khan explicó que le dijo a Kindelán que le daría el dinero bajo promesa de que se quedaría con la medalla de oro y nunca la vendería.
“Te daré los $5,000, además tienes que prometerme que te quedarás con la medalla y nunca la venderás a nadie porque ganaste la medalla de oro olímpica’. Le dije: ‘Nunca te aceptaría eso porque te lo ganaste'», señaló Khan.
A través de la red social X, el británico señaló que borró el video donde explicaba la situación de Kindelán porque “no me siento bien hablando de las dificultades de alguien. Que Dios le haga la vida más fácil. Gran foto, la última vez que nos vimos fue hace 18 años”.
Sin embargo, el caso de Mario Kindelán no es el único caso de deportistas cubanos que han vendido sus medallas obtenidas en la arena internacional.
La medalla de oro del boxeador cubano Roniel Iglesias en Tokio 2020 fue subastada por 83 000 dólares, para convertirse en el artículo olímpico más caro vendido en subasta.
De igual forma se subastó por 25 000 dólares la medalla de plata del púgil Carlos Banteux, ganada en Beijing 2008; la de oro del tirador Leuris Pupo por 73 205 dólares, y la del saltador Iván Pedroso por 71 335 dólares.
Muchos deportistas cubanos, que han sido adoradores del régimen castrista, se encuentran hoy sumidos en la pobreza y el abandono por parte de esa supuesta revolución a la que les dieron tantos logros.
El régimen castrista, por tradición los ha utilizado para vanagloriarse de los logros personales, de artistas, deportistas y profesionales, para posteriormente desecharlos sin miramiento alguno.
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