“El presidente designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel se volvió un manojo de justificaciones en entrevista sin hacer propuestas concretas para sacar al país adelante”

Más que una entrevista, la conversación guiada con el dictador cubano Miguel Díaz-Canel a través de los medios oficialistas y en las redes sociales, ha intentado lavarle la cara al régimen de la isla a escasos dos meses de finalizar el año 2023 con una economía en franca bancarrota.

La entrevista que siguió un guion preelaborado para darle pie a Díaz-Canel para poder exponer todas las excusas de porque nada le ha funcionado, se concentró en una hora y casi veintidós minutos sin que se hiciera una sola propuesta concreta para ayudar a salir del bache al país.

Díaz-Canel solo hizo un repaso de las políticas fallidas de su gobierno, las cuales justificó sin que se ofreciera durante toda la transmisión algunas soluciones concretas, que ayuden a solucionar la crítica situación que atraviesa el país.

La entrevista hecha por la periodista oficialista Arleen Rodríguez Derivet, que fue transmitida en vivo en el espacio televisivo Mesa Redonda, dejó a los cubanos un sabor amargo y mostró claramente el fracaso de todas las medidas adoptadas por la cúpula castrista.

“No hay obra perfecta y sería muy ideal pensar que todo se ha hecho bien, que todo es perfecto y que tenemos la razón en todo… Nosotros estamos viviendo una situación de máxima presión, de asfixia económica para provocar el colapso de la revolución, para fracturar la unidad entre la dirección del país y el pueblo”, señaló Díaz-Canel acusando a Estados Unidos de sus fracazos.

En sus declaraciones, como es costumbre culpó a EEUU por los problemas económicos en la isla, la escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos; y a los cubanos, por la falta de iniciativas para producirlos.

En cuanto a la Tarea Ordenamiento y la bancarización, dos de sus más cuestionadas medidas económicas, el mandatario justificó que no había momento adecuado para implementarse, porque sin ellas de todos modos habría inflación en el país.

“Hubiéramos aplicado las medidas o no las hubiéramos aplicado, los tiempos ya estaban complicados», señaló Díaz-Canel, al referirse a los estragos de la pandemia del coronavirus y el recrudecimiento de las sanciones de EEUU impulsadas por la administración del ex presidente Donald Trump.

Por otra parte, también justificó el destrozo a la economía por la medida de bancarización, “La bancarización entra en un momento que no teníamos efectivo, pero sin ella el déficit de efectivo hubiera sido mayor”.

Así mismo, el dictador dejó saber que el mayor problema que enfrenta su gobierno, es que “no tenemos divisas… Hoy la divisa apenas nos da para un poco de combustible y la canasta básica. Pero estamos dispuestos a ese análisis crítico, a esa rectificación de errores”, señaló.

Cuando la periodista indujo al tema de las MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas), Díaz-Canelel dijo que le parecía ofensivo que algunos pensaran que estas constituyen “una expresión de neoliberalismo».

«¿Quiénes están en las MIPYMES? ¿Son enemigos de Cuba? ¿No son cubanas y cubanos? ¿No son personas formadas en nuestra Revolución? ¿Son contrarrevolucionarios? ¿Están en contra de la Revolución? ¿Quieren tumbar a la Revolución?», defendió el mandatario sin hacer mención de si existe conexión de las MiPymes con el régimen cubano.

Curiosamente, esta variante de supuestos negocios privados cuenta con varias de los dueños de estas supuestas empresas privadas pertenecen a la propia cúpula del poder. Un ejemplo claro de esto es Gaia Mercado, cuya propietaria es Lisa Titolo Castro, nieta de Raúl Castro.

El dictador comunista dijo sin dar detalles, que su gobierno trabaja en una estrategia para dejar de subsidiar productos y comenzar a subsidiar personas en situaciones vulnerables. Sin embargo, dejo claro que esto no sería de inmediato que había que pensarlo mucho.

Además, indicó que están estudiando una estructura para definir “quiénes son las personas vulnerables”.

De acuerdo con un estudio reciente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) mostró que casi un 90% de los cubanos vive en pobreza extrema, un 13% más que en 2022, de acuerdo con los resultados de su VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba.

Mientras que Díaz-Canel se justificó diciendo que está al tanto de todos los problemas del pueblo pero que las desigualdades están generadas desde antes de su llegada al poder. “Están ahí desde el Periodo Especial”.

Sin embargo, sin dar ningún tipo de propuesta para la solución dijo que, “Tengo la convicción de que esto lo vamos a superar para tener más capacidades en el presente y futuro. Un día lo vamos a lograr, crear el socialismo cubano del siglo XXI”, justificaciones que vienen dando hace 64 años.

Así mismo Díaz-Canel dijo que, cuando esto se logre, estará resuelto también el problema de la migración.

El dictador cubano ha enfrentado el peor éxodo masivo de cubanos en más de 60 años, pero él insiste en que esto ha sido cíclico en la historia de la Revolución. “Cuando superemos esa situación, eso cambia”, aseguró.

Por otra parte, Díaz-Canel se refirió a la emigración que constantemente denigra, de la que dijo no busca una ruptura “con los cubanos que se van del país por razones económicas”. “Muchos de los que se van quieren un país mejor, seguir ayudando a sus familiares enviando remesas”.

El negocio de las remesas del régimen cubano, muy bien concebido y de lo que actualmente se sostiene el país, se han visto afectadas en los últimos tiempos y que constantemente reclama el régimen comunista.

Los expertos en estos temas, aseguran que la suma de las remesas en efectivo y en especie supera lo obtenido por el gobierno cubano por concepto de importaciones en tres décadas.

En respuesta a las tantas promesas incumplidas por el régimen, el Díaz-Canel se excusó diciendo que su gobierno no miente, pero “que en la vida surgen imprevistos”, y puso el ejemplo de un barco de combustible que no podían descargar por la falta de divisas para realizar el pago.

La reacción de los cubanos a esta entrevista, a pesar de un ejercito de troles en redes sociales que responden al régimen, fue muy clara, el pueblo de Cuba en su gran mayoría no le cree al mandatario y están claro del objetivo de la supuesta entrevista.

En la misma no se mencionó en lo absoluto medidas a tomar para evitar y darle soluciones a los constantes derrumbes y deterioros de las edificaciones en el país, y mucho menos como se iba a actuar para incrementar la producción que es casi nula.

La entrevista de Díaz-Canel se convirtió en un teatro lleno de justificaciones y de culpar a EEUU, sin mostrar al pueblo soluciones concretas de cómo resolver el problema.

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