“Políticos de EEUU envían misivas a la administración de Joe Biden mostrando su preocupación por la posible instalación de un centro de espionaje de China en Cuba”

Luego de que se diera a conocer en The Wall Street Journal (WSJ) la instalación de una base de espionaje China a tan solo unas 90 millas de EEUU, las reacciones de varios políticos estadounidenses no se han hecho esperar.

Los políticos Mario Díaz-Balart y Debbie Wasserman Schultz enviaron una carta que fue publicada en la web dirigida al Secretario de Estado Antony Blinken y al Secretario de Defensa Lloyd Austin el viernes 9 de junio donde expresan sus inquietudes por el acuerdo entre Cuba y China.

Ambos políticos, copresidentes del Grupo del Congreso para la Democracia en Cuba consideran crucial proteger la privacidad y la seguridad de las comunicaciones gubernamentales, militares y civiles de EEUU.

En la misiva se alerta sobre el acercamiento entre Cuba y China y el fin que persigue el castrismo: “el régimen puede seguir apoyándose en el peso económico de China para sostenerse”.

De igual forma, expresaron que EEUU “debe continuar tomando medidas rápidas para enfrentar la influencia maligna de China antes de que llegue a las fronteras de nuestro estado, y lo instamos a que use todas las herramientas políticas, diplomáticas, económicas y de contrainteligencia a su disposición para obstaculizar futura cooperación en seguridad entre Cuba y China.

Así mismo le solicitaron una sesión informativa para abordar interrogantes sobre el acuerdo entre los regímenes comunistas y las medidas para mitigar esta amenaza.

Por otra parte, Marco Rubio, vicepresidente del Comité Selecto de Inteligencia del Senado de EEUU, en conjunto con el presidente del Comité Mark R. Warner emitieron una declaración conjunta al Gobierno de Joe Biden para que tome medidas con el fin de evitar que los chinos cumplan su objetivo.

“Estamos profundamente perturbados por los informes de que La Habana y Beijing están trabajando juntos para atacar a EEUU y a nuestro pueblo”, escribieron los senadores.

“Estados Unidos debe responder a los continuos y descarados ataques de China contra la seguridad de nuestra nación. Debemos tener claro que sería inaceptable para China. para establecer una instalación de inteligencia dentro de las 100 millas de Florida y los Estados Unidos, en un área también poblada con instalaciones militares clave y un extenso tráfico marítimo”, agregó.
de igual forma instó a la administración Biden a tomar medidas para prevenir lo que denominaron una “grave amenaza a nuestra seguridad y soberanía nacional”.

El pasado 8 de junio, luego que se hiciera publico por el medio WSJ sobre los planes de China y Cuba, la vocera auxiliar de la Casa Blanca, Olivia Dalton, a través de una conferencia de prensa este viernes a bordo del avión presidencial, reiteró que los informes son «equivocados».

“He visto ese informe de prensa. Es inexacto”, aseguró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una entrevista en MSNBC.

Sin embargo, según el WSJ el pacto entre Cuba y China permitiría a este último espiar las comunicaciones electrónicas en el sureste de EEUU, un área donde existen numerosas bases militares, además permitiría monitorear el tráfico de barcos.

El Pentágono no confirmó ni negó la información, pero mencionó la preocupación sobre los intentos de China de invertir en infraestructura con posibles fines militares en América Latina y el Caribe.

Por su parte, la dictadura castrista ha negado la información, a través del vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossio, quien desestimó el informe y lo catalogó como «totalmente mendaz e infundado», además de calificarlo como una invención de EEUU para justificar el embargo económico de Washington contra la isla.

Añadiendo que Cuba rechaza toda presencia militar extranjera en América Latina y el Caribe.

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