María Santiesteban Portuondo una medico cubana que fue marginada por el régimen comunista de Cuba

“Portuondo es uno de los tantos casos del abandono del estado cubano hacia las personas de la tercera edad y sobre todo para aquellos que piensan diferente”

María Santiesteban Portuondo es uno de los miles de casos que desmienten la falacia de la fachada comunista de Cuba y uno de tantos ejemplos donde se ha desperdiciado el talento de una profesional por un régimen totalitario y segregacionista.

El gobierno cubano, dirigido por el Partido Comunista desde hace más de seis décadas, ha vendido al mundo una imagen totalmente falsa de la realidad que vive el pueblo cubano, donde se ha marginado a millones de personas tan solo por su forma de pensar.

Portuondo es una medico que no llego a recibirse por su forma de pensar opuesta a una ideología en la cual no cree y que la ha mantenido marginada por más de 30 años, exiliada en un cuartico mal trecho sin las menores condiciones con las que debe contar un ser humano.

Según cuenta Portuondo, al ser considerada apática a las actividades de la mal llamada revolución que se programaban en la Facultad de Ciencias Médicas, por lo cual fue llevada a una asamblea de depuración.

Lo cual la lleva a trasladarse a la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, donde tres años mas tarde decide trasladarse a La Habana, donde en el internado recuerdan a Portuondo que había sido sancionada anteriormente por ser apática a las actividades de la revolución.

Esto trajo como consecuencia de que a pesar de que Santiesteban Portuondo curso y cumplió con el programa de estudios de medicina interna hasta el 5to año, no se le permitió pasar los exámenes y recibir su titulo que le acredita como médico internista y queda totalmente marginada por el régimen.

A pesar de interponer una queja y llegar hasta el tribunal supremo, sin que se le diera una respuesta positiva a su caso, “no olvidaré nunca jamás, que uno de los miembros del tribunal me dijo que, si no me daba cuenta de que, si el alto mando de Ciencias Médicas había tomado esa decisión, que hacia yo tratando de hacer estas gestiones”, recordó la medico cubana.

Como joven al fin, Portuondo en esos momentos creía en la justicia cubana, la verdad y la razón, aunque según ella nunca logro entender el sistema. “Me puedo dar el lujo de decir que nunca he tenido una venda en los ojos”, acotó la anciana.

“Todo comenzó a mis 22 años, yo considero que la Covid broto en mi a esa edad”, dijo Portuondo, quien lleva años marginada a pesar de ser una profesional de la salud y hoy se encuentra en condiciones deplorables.

A pesar de su insistencia en ejercer y volver a estudiar medicina, el régimen comunista siempre le cerro las puertas, posteriormente se casa con un hombre mayor que ella, enviudando desde hace 35 años y quedando en la indefensión y abandono total.

Portuondo sufrió el desplome de su vivienda, y el abuso de otras personas de las cuales no mencionó nombres, quienes se llevaron los materiales para la reconstrucción de su vivienda sin que las autoridades cubanas hicieran algo para defender a la señora.

De igual forma, menciona Portuondo, que la persona que le causo tanto daño y a quien identifica como una mujer, se apoderó de su libreta de racionamientos, estando 30 años sin poder adquirir sus alimentos de la bodega normada del régimen.

La situación de María Santiesteban Portuondo no es una situación aislada en Cuba, el régimen cubano que por años se ha autodenominado como un sistema humanitario miente constantemente y existe una población cada vez mayor avejentada que ha sido abandonada.

Mientras se siguen construyendo en el país hoteles lujosos para el turismo internacional, personas como la medico Portuondo, no encuentran respuesta a sus necesidades ni la ayuda necesaria en una etapa de la vida donde más se requiere de la atención del estado.

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