“José Daniel Ferrer fue condenado a 25 años durante la Primavera Negra de 2003 y arrestado durante las manifestaciones del 11 de julio de 2021 en Santiago de Cuba, por sumarse a estas”

Según denunció la hermana del líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer García, Ana Belkis Ferrer Garcia a través de las redes sociales, se le ha negado las visitas conyugales reglamentarias y tiene prohibido hacer llamadas telefónicas.

De acuerdo con la publicación, la esposa de Ferrer, Nelva Ismarays Ortega-Tamayo, se presentó en horas de la mañana en la prisión de Mar Verde en Santiago de Cuba, donde se encuentra el preso político, para la visita que por reglamento le corresponde a su esposo en este mes.

Sin embargo, Ortega-Tamayo, estuvo todo el día frente a la prisión y nada, viéndose obligada a retirarse en horas de la noche sin poder ver a su esposo.

Según un audio publicado por el medio Radio Televisión Martí, Ortega-Tamayo contó que, “el día anterior había recibido una llamada del represor de la policía política que se hace llamar Julio Fonseca, el cual me confirmaba que la visita se daría y que debía estar a las ocho y media en la prisión”

“Desde esa hora hasta aproximadamente las ocho de la noche estuve plantada y al igual que la visita familiar me negaron también esta visita, a pesar que mandé a decir muchas veces que me mantenía allí exigiendo derechos que nos están violando”, dijo la esposa de Ferrer García.

Por otra parte, indicó que el día 5 de abril, día en que le correspondía la visita familiar al opositor encarcelado, el jefe de Orden Interior, Mayor Ortiz, negó que Ortega y dos de los hijos de Ferrer pudieran verlo. Solo aceptó la “jaba” de alimentos.

El líder opositor, José Daniel Ferrer fue condenado a 25 años durante la Primavera Negra de 2003 y arrestado durante las manifestaciones del 11 de julio de 2021 en Santiago de Cuba, por sumarse a estas.

Por tal razon, el Tribunal Municipal santiaguero lo sentenció a cuatro años y 14 días, porque no cumplió «los requisitos de limitación de libertad» establecidos en una sanción anterior.

“Solamente en dos ocasiones pude ver al jefe de Orden Interior Mayor Ortiz, primero cerca de las 10 de la mañana en el mismo local de visitas en el área militar y luego pasadas las 5 de la tarde afuera de la prisión y en ambas solamente recibí negativas”, señaló la esposa.

“Desde el día 6 de Marzo la tiranía también niega a José Daniel Ferrer Garcia el derecho a llamadas telefónicas”, dijo su hermana en el comunicado. Solo el arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, tuvo acceso a verlo el 17 de marzo.

El día 15 Ferrer García determinó comenzar jornada de ayuno, a la que le sumaría acciones de protesta pacífica exigiendo el derecho a las llamadas telefónicas, según informó a Nelva en la última visita conyugal el día 14 de marzo.

“Desde el día 17 al que le vio el arzobispo, nadie más ha visto a mi esposo. Nosotros tememos por la vida de él. Por lo que seguiremos exigiendo fe de vida. Así como su libertad inmediata e incondicional porque es inocente”, dijo Ortega-Tamayo .

Por su parte, el centro de asesoramiento legal Cubalex ha calificado la incomunicación obligada de Ferrer con su familia como «un trato cruel e inhumano del Estado cubano contra las personas detenidas».

La organización asegura que debido a «la ausencia de control judicial» a la hora de la detención «ha permitido el uso de prácticas institucionalizadas como el aislamiento prolongado y la incomunicación coactiva».

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