“El Parlamento Europeo recibió primeramente la invitación de Cuba a visitar la isla, y la Delegación democráticamente elegida para visitarla tuvo la prohibición de entrada y fue objeto de insultos por parte del Gobierno de Cuba, en una acción sin precedentes”

En una medida sin precedentes, el Parlamento Europeo prohibió, de forma indefinida, la entrada a sus predios a los representantes del régimen cubano en reciprocidad a la agresión diplomática de Cuba a la Unión Europea y sus instituciones, según informó en un comunicado de Prisoners Defenders.

El Parlamento tiene tres sedes: Estrasburgo (Francia); en Bruselas, (Bélgica) donde se realizan la mayoría de las actividades de las comisiones parlamentarias; y Luxemburgo, donde radica la sede de la Secretaría General.

Por su parte, el eurodiputado Javier Nart, impulsor de esta medida, explicó al medio noticioso Martí Noticias que esta acción responde a la negativa de La Habana, en enero de 2024, de permitir la entrada oficial a una delegación europea.

La resolución del Parlamento Europeo fue impulsada por el eurodiputado, un confeso de la izquierda más tradicional y respetada en España, D. Javier Nart, apartidista pero adscrito al Grupo Renew Europe.

Nart, ya exponía claramente que “de conformidad con los principios de igualdad, reciprocidad y respeto mutuo del ADPC UE-Cuba, se adopten medidas similares por las que se deniegue el acceso a los locales del Parlamento Europeo a cualquier representante de la Asamblea Nacional del Poder Popular o del régimen cubano”.

«Tras la resolución del Parlamento de 29 de febrero de 2024, la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo decidió el 14 de marzo de 2024 autorizar la adopción de medidas temporales de reciprocidad con respecto a los miembros de la Asamblea cubana, mientras los miembros del Parlamento Europeo tengan prohibida la visita a Cuba», explicaron fuentes europarlamentarias a la agencia española EFE.

¿Por qué se produce la medida del Parlamento Europeo?

En otoño de 2023, el Parlamento Europeo, tras múltiples solicitudes, decidió crear una delegación para una misión ad-hoc al interior de Cuba que verificara la situación de los derechos humanos.

El programa que establecería sería el habitual: reuniones con instituciones oficiales como la presidencia y los ministerios de Relaciones Exteriores y Justicia y la Asamblea Nacional del Poder Popular, así como con personas e instituciones que luchan por la democracia y las libertades, como los premios Sájarov, los familiares de los presos políticos y representantes de la sociedad civil.

Luego de su nombramiento como presidente de esa delegación, Nart envió una carta a la Embajadora de Cuba ante la Unión Europea, Yaira Jiménez Roig, en la que le expresaba «el valor que el Parlamento Europeo” da a las relaciones con Cuba “y en consecuencia a la importancia de esta Delegación Ad Hoc que facilitará el mejor entendimiento mutuo dentro de la normalidad”.

La respuesta del régimen fue la cancelación de la visita de la delegación y dirigir una misiva a Roberta Metsola, Presidenta del Parlamento Europeo, en la que acusaron a Nart y a otros miembros de la Delegación de relacionarse “con una clase de terroristas internacionales sin precedentes”.

«Conocimos que ha sido nombrado como presidente de la delegación ad hoc una figura con una postura ofensiva hacia las autoridades cubanas; y se ha incluido a otros eurodiputados con una tendencia fuerte y militante en contra de Cuba y sus instituciones”, explica carta del régimen comunista.

“En el desarrollo de las negociaciones previas a esta visita se señaló la defensa del ADPC como el objetivo principal para ambas partes. Resulta irrespetuoso incorporar y dar un rol protagónico a quienes durante esta legislatura han promovido varios ejercicios políticos contra nuestro país, con el fin de dinamitar el Acuerdo», argumentó Jiménez Roig en referencia al Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) entre La Habana y Bruselas.

Según explicó el eurodiputado Nart, el fallo del Parlamento Europeo entró en vigor esta semana.

De igual forma, la resolución del Parlamento Europeo de febrero ha solicitado además “sanciones contra los responsables de las persistentes violaciones de los derechos humanos en Cuba”, empezando por Miguel Díaz-Canel y “todos los responsables del encarcelamiento de presos políticos” y reiteró el llamado a suspender el ADPC por las invariables violaciones de derechos humanos en la Isla.

Para el eurodiputado Nart, se ha dado un paso importante en la revaloración de este acuerdo.

“Evidentemente porque eso está en la resolución del mes de febrero que yo promoví, el relator soy yo, negociándolo con otros grupos, pero el resultado está ahí y pedíamos precisamente que se revisara este acuerdo que es un acuerdo del Parlamento Europeo y los acuerdos del Parlamento Europeo no mueren con la legislatura que va a acabar”, explicó.

“Se mantienen y, por lo tanto, el siguiente gobierno europeo, o sea la Comisión Europea, tendrá un comisario de Relaciones Exteriores que no será el que tenemos ahora, que es Josep Borrell, que, siendo una persona a la que yo respeto profundamente, en el caso de Cuba es algo que jamás he podido entender”.

Nart es un gran conocedor de la realidad de Cuba y a menudo, denuncia al régimen cubano como responsable de crímenes de lesa humanidad similares a los que cometieron otras dictaduras.

“Como yo nací bajo el franquismo y la dictadura, sé perfectamente que un parlamento, un congreso que no representa a nadie más que la voluntad del dictador y del sátrapa, que es lo que pasa en Cuba. Yo tengo la sensibilidad de haber vivido la dictadura en España y, evidentemente, quiero para los demás lo que quiero para mí: dignidad, libertad y democracia”, agregó.

“La transición española se pudo hacer por razones socioeconómicas: había una economía privada, una sociedad que había evolucionado y lo que teníamos encima era un aparato totalmente desfasado que era el franquismo muerto ya. Era un cadáver andante”.

“Esto no existe en Cuba, donde el poder político, el poder económico, el poder militar, el poder represivo es todo uno. Existe en GAESA, que es una institución fundamental porque es la que controla y gestiona los aspectos más importantes de la economía cubana y todo ello está en manos de generales”, señaló el parlamentario.

El representante del parlamento agregó que Cuba no tiene ninguna evolución porque es “un régimen que no permite otros espacios que el suyo propio en una situación de miseria radical, donde el castrismo y el postcastrismo y Raúl [Castro] que sigue mandando, han convertido al país en algo mejor que Haití.

“Pero con un desastre económico que es consecuencia no del bloqueo porque Cuba puede negociar, puede contratar con cualquier país del mundo, incluso Estados Unidos permite las ventas de material sanitario, médico y de alimentos”, expresó.

“El problema es que Cuba no puede pagar porque la gestión económica de Cuba es desastrosa en manos de militares, de ideólogos. Tenemos una oligarquía que vive sobre la sangre del pueblo de Cuba, que se llama revolucionaria pero que no es más que la más sórdida reacción: el liberticidio”.

“No hay nada más obsceno que el liberticidio, que es la oligarquía cubana. Bajo el nombre de la revolución que nunca existió”, subrayó Nart.

La aprobación de la medida, divulgada por la organización Prisoners Defenders (PD), se produjo en la conferencia de presidentes del día 14 de marzo.

“Este tiempo Prisoners Defenders ha colaborado en los planes de visita y ayudado al señor Nart en lo necesario para planificar el viaje”, explicó Javier Larrondo, presidente de la ONG.

“Desde 2019 recuerdo agresiones verbales en los medios cubanos y por escrito al Parlamento Europeo y sus representantes. La última ha sido ignominiosa. No solo prohibieron la entrada a una delegación conformada mediante acuerdo con el Gobierno de Cuba, sino que les llamaron terroristas a los europarlamentarios”, dijo.

“Se le acabó la paciencia al Parlamento Europeo y ahora ni el botones de la Embajada de Cuba podrá pisar sus instituciones”, recalcó Larrondo.

Hasta el momento, ni los medios oficialistas en la isla, ni personalidades de la política castrista, así como la Asamblea Nacional del Poder Popular, ni la Cancillería cubana se han pronunciado sobre este asunto.

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