“En un país con una enorme inflación, precios prohibitivos, una población cada vez más envejecida, el régimen de Cuba planea aumentar el control con la digitalización de las bodegas y la libreta de racionamiento”

Desde que se implementó en 1962 la libreta de racionamiento en Cuba para controlar que y cual seria la cantidad de comida que podía comer el cubano, la vida se les hizo de cuadritos y no ha existido un solo año de dictadura castrista en que el pueblo haya podido vivir de los productos normados por el estado.

En un país que cuenta con una inflación galopante, por la mala administración y dirección económica de los dirigentes comunista, donde los cubanos no les alcanza para sobrevivir el mes con salarios de miseria, la onda del régimen es la informatización.

La nueva gran idea, según ha publicado el Ministerio del Comercio Interior (MINCIN) en su sitio web, es la de digitalizar la libreta de racionamientos y las bodegas donde se venden los pocos productos alimenticios y de muy mala calidad a la población.

Las aspiraciones del MINCIN, lejos de eliminar los controles de acceso a la alimentación y generar un ambiente de abundancia donde las personas puedan tener acceso a cualquier producto a precios accesibles, es la de aumentar el control y hacer mucho más difícil el acceso y sobre todo a los ancianos de los alimentos.

“Una de las aspiraciones del Ministerio de Comercio Interior (Mincin), como parte del proceso de perfeccionamiento del sector, es impulsar el desarrollo de la bodega digital y la libreta de abastecimiento virtual”.

El proyecto que aun se encuentra en desarrollo, pretende que los usuarios, que en su mayoría son personas mayores, adquieran los productos a través del dispositivo móvil en una aplicación y el bodeguero tenga el total control de las compras y de la cantidad de productos que se adquieren.

Cabe señalar que, en Cuba, donde para la mayoría de las personas tener un celular es un lujo o algún familiar en el extranjero, el internet es uno de los más caros del mundo, lo que significaría un costo adicional, que al final tendrían que asumir los familiares en el exilio.

Según dijo Rodolfo Cabrera Morales, director de Informática del Mincin, “la bodega virtual tiene como objetivo establecer un control en la adquisición de los productos de la canasta familiar normada y los artículos normados controlados; se hacen las compras virtuales de «los mandados» de forma remota y se actualiza al bodeguero”.

De esta forma, indicó Morales, se “puede tener el control de quién compra, quién paga y la cantidad de productos que adquiere”.

Además, se puede informar a los usuarios, según la información divulgada, de los productos que llegan a la bodega y de las fechas de caducidad, además de controlar las dietas médicas, otro invento del régimen que nunca ha funcionado.

Por otra parte, indicó el directivo, “el consumidor podrá elegir como opciones adicionales el pre-empaque de los productos y el servicio de mensajería”, lo cual implicaría otro costo adicional a los ciudadanos ya golpeados ante tanta escasez.

Según la información del MINCIN, esta modalidad, se ira implementando de forma gradual y no será al unísono en todas las bodegas y la libreta virtual, sustituirá a la libreta física para quienes se acojan a esta modalidad.

Definitivamente, el régimen castrista, ha venido dividiendo la sociedad cubana, con medidas que aumentan la brecha entre los que tienen sus familiares fuera y pueden contar con la entrada de divisas y una enorme parte de personas que quedan desamparados sin poder tener acceso a diferentes productos.

El salario de la mayoría de los cubanos es en moneda nacional (CUP) y a menos que tengas un familiar fuera del país que te mande remesas constantes no podrás tener acceso a productos de mediana calidad o a una conexión constante a internet y muy pocos se pueden dar el lujo de hacer recargas frecuentes en sus dispositivos.

A todo esto, se le suma un país envejecido, donde la mayoría de la juventud ha emigrado y la que no piensa hacerlo, por lo que muchas personas de la tercera edad, no cuenta con la preparación y el entendimiento para manejar dispositivos móviles.

El régimen castrista, pretende perpetuar una libreta de racionamiento, única de la isla, donde decide que comen y que cantidad se les da a los ciudadanos, lejos de pensar en generar abundancia y liberación del mercado para traer prosperidad a la isla.

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