“El nuevo presidente de Panamá prometió cerrar la frontera del Darien a los migrantes y advirtió que todo el que llegue a ese lugar será deportado a su país”

El nuevo presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, ha prometido en un discurso reciente que el país cerrará la frontera con Colombia en el Tapón del Darien una de las vías migratorias más utilizadas por los inmigrantes cubanos en los últimos años.

De igual forma, el nuevo presidente de Panamá aseguró que iniciará con ayuda internacional un proceso de repatriación con todo apego a los Derechos humanos de todas las personas que están allí.

«Para terminar la Odisea del Darién, que no tiene razón de ser (…), iniciaremos con ayuda internacional un proceso de repatriación con todo apego a los derechos humanos de todas las personas que están allí», aseguró el recién electo presidente.

«Para que sepan los de allá y los que quisieran venir, que aquí el que llega se va a devolver a su país de origen», señaló Mulino.

«Nuestro Darién no es una ruta de tránsito, no señor, esa es nuestra frontera», declaró durante un discurso en el acto en que la Junta Nacional de Escrutinio de Panamá lo proclamó formalmente como próximo presidente para el periodo 2024-2029.

La selva del Darién, frontera entre Panamá y Colombia, ha sido por años uno de los tramos más difíciles en la larga travesía de los inmigrantes cubanos, desde Guyana hasta la frontera sur de los Estados Unidos.

Ya en el 2012, cuando el hoy presidente de Panamá Raúl Mulino, quien en ese entonces era el Ministro de Seguridad Pública de Panamá, alertó que la selva del Darién estaba siendo utilizada por los traficantes de inmigrantes.

La frontera colombo-panameña cuenta con 266 kilómetros, se extiende desde Cabo Tiburón, en el Caribe, hasta Punta Cocalito y Punta Ardita en el Pacífico. Se encuentra en el corazón del llamado «Tapón del Darién». Sólo hay dos poblados en la línea limítrofe: La Miel, en Panamá, y Sapzurro, en Colombia, ambos en la costa caribeña.

En febrero de este año, un reporte emitido por el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá reveló que, un total de 40.739 migrantes habían ingresado al territorio nacional en apenas dos meses de haber comenzado el año 2024 a través de la selva de Darién.

Los informes de organizaciones de protección a migrantes y refugiados, reportajes de prensa e incontables testimonios revelaron los peligros extremos a los que se expusieron los inmigrantes cubanos, muchos de los cuales fueron víctimas de extorsión, violaciones y abusos. Algunos perecieron en el trayecto.

En una conferencia de prensa nacional, la directora del SNM, Samira Gozaine, precisó que 90% de los migrantes que llegan a los centros de recepción en Panamá provienen de naciones de América del Sur y 10 por ciento son migrantes extracontinentales, procedentes de países como China, India y Vietnam, entre otros.

“Más de medio millón de migrantes cruzaron la selva de Darién en 2023, 70% de Venezuela”, explicó Gozaine y vaticinó que, de mantenerse el ritmo las cifras de este 2024 serán muy superiores a los registrados en el año 2023.

En su momento, la directora del SNM explicó que este aumento de migrantes se debe a que las bandas del crimen organizado identificaron un negocio lucrativo que ha sido “permitido” por los organismos internacionales, refiriéndose a la ONU, que le han dado un enfoque humanitario y que “Panamá entiende que no lo es”.

Luego de que, en noviembre de 2021, cuando Managua y La Habana pactaron un acuerdo de libre visado, que permitió a los cubanos acortar la larga travesía hasta la frontera de los Estados Unidos, el Tapón del Darién fue un tramo menos utilizado por los cubanos y la inmigración desde la isla hacia EEUU comenzó a registrar las mayores cifras de su historia, sobrepasando el medio millón de migrantes.

Según las cifras del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), unas 36 personas perdieron la vida en la Selva del Darién solo en el 2022, sin embargo, la organización advierte que la cifra podría ser mucho mayor, ya que muchos migrantes mueren en la travesía y sus restos «no son ni informados ni recuperados».

En el 2023 sólo unos cientos de cubanos atravesaron la selva del Darién, a pesar de que Guyana se mantiene como la ruta más directa para los emigrantes cubanos que esperan llegar a Brasil y otros países sudamericanos.

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