Pedro Sánchez huye de Valencia, mientras los reyes dan la cara
“Después de 5 días de la catástrofe en Valencia Aparece Pedro Sánchez, quien sale huyendo del lugar tras gritos de asesino y bolas de barros que lanzaron a la comitiva”
A la carrera ha tenido que salir el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, ante el recibimiento de los residentes de la barriada de Paiporta, en valencia, luego de la devastación provocada por la Dana que ha dejado a cientos de muertos, cifras que podrían seguir subiendo.
Cientos de residentes de un suburbio de Valencia gravemente afectado por las inundaciones mortales de la semana pasada protestaron el domingo durante una visita del rey español Felipe, la reina Letizia y el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, a quienes algunos les lanzaron barro.
Los residentes gritaron «¡Asesinos, asesinos!», expresando de esta forma su ira contenida por lo que los residentes locales percibieron ampliamente como alertas tardías de las autoridades sobre los peligros de las inundaciones del martes, y luego como una respuesta tardía de los servicios de emergencia cuando ocurrió el desastre.
No era el día para hacer una visita, dijo una vecina de Paiporta a la reina Letizia que asentía con la cabeza visiblemente afectada por lo ocurrido.
Los Reyes, acompañados por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, llegaban poco después de la una del mediodía de este domingo a una de las poblaciones devastadas de la provincia de Valencia, que más han sufrido los efectos de la terrible DANA.
Mientras unos dicen que es la zona cero de la catástrofe, hay otras tantas zonas cero como localidades que han quedado arrasadas, llegando a 69.
La localidad de Paiporta era la primera parada de una visita que ha dejado imágenes para la historia. Mientras los reyes aguantaban la lluvia de barro, el presidente autonómico que se queda a aguantar los gritos de dimisión y un presidente del Gobierno Pedro Sánchez que sale huyendo a su automóvil oficial tras ver que el ambiente era peor de lo que se podía prever.
La comitiva de gobierno llegó a una localidad en la que cientos de vecinos y voluntarios siguen limpiando barros de sus casas y sumando fallecidos.
La visita tiene lugar a cinco días después de que la lengua de agua se llevase todo lo que estaba a su paso y anegase bajos y garajes saben que todavía hay cadáveres entre ellos. La desesperación es máxima.
Al bajar del coche en el puesto de mando avanzado, donde se reparte comida, comienzan a escucharse gritos e insultos, se ve un palo que alcanza por la espalda al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y comienzan a lanzarles bolas de barro contra la comitiva que llega.
Mientras los servicios de seguridad intentan proteger a las autoridades, solo Pedro Sánchez sigue sus indicaciones y se mete en un coche al que dan patadas y le alcanza una piedra que acaba rompiendo un cristal.
«Por favor, los muertos siguen en los garajes, las familias buscan a sus familiares y amigos. Venid, sólo pedimos ayuda… Sólo queríamos que nos avisaran y nos habríamos salvado», gritaba con lágrimas en los ojos una vecina, Nuria Chisber.
«Eso era sabido y nadie hizo nada para evitarlo», declaró un joven al rey, que insistió en quedarse para hablar con la gente pese a los disturbios, mientras que el socialista Pedro Sanchez huye rápidamente del lugar.
Por su parte, Felipe VI y el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, prosiguen su camino, mientras que se protegen con un paraguas y les rodea un cordón de seguridad.
Los gritos son cada vez más fuertes, se escucha: «¡Asesinos!», «Mazón dimisión», «Pedro Sánchez, dimisión», fueron momentos de mucha tensión, tanto así que la policía montada a caballo trata de separar a los vecinos.
Sin embargo, lejos de retroceder el Rey avanza e intenta hablar con los que están gritando. Mazón se mantiene a su lado. «Entiendo la indignación social y, por supuesto, me quedo a recibirla», diría después Mazón a través de las redes sociales, para resaltar a continuación la «actitud ejemplar de Felipe VI».
Mientras tanto, la reina Letizia también se para a hablar con varias personas, incluso busca apoyo en un coche, pues se la ve muy afectada, pero ahí está. Aguantando el tipo. Entonces se oye: «¿Dónde está Pedro Sánchez?».
Una joven le muestra un video en el que se ve cómo suena la alarma de los móviles cuando ya está el agua en la ciudad. «Se podía avisar y no nos han avisado, por eso ha pasado esto». Doña Letizia asiente «tienes razón, tienes razón».
A estas alturas Pedro Sánchez hace rato que no está. De hecho, quizás ha vuelto ya al Centro de Coordinación de Emergencias de L’ Eliana (Valencia) donde mantendrá después una reunión con los Reyes y con Carlos Mazón.
El número de muertos por las peores inundaciones repentinas de la historia moderna del país aumentó el domingo a 217, casi todas en la región de Valencia y más de 60 de ellas solo en Paiporta.
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