“Régimen de Cuba abandona a cubanos a su suerte tras el paso del huracán Rafael, mientras recibe múltiples donaciones de diferentes países e intenta dar una imagen falsa en medios publicitarios”

Mientras la isla recibe donaciones de múltiples países, los cubanos que residen en Playa Guanímar, al sur del municipio de la provincia de Artemisa, se sienten abandonados por las autoridades del régimen castrista que los han dejado a su suerte.

De acuerdo con un reporte de la agencia de noticias EFE, a más de dos semanas, luego que pasara por la región el huracán Rafael, con categoría tres azotando la provincia de Artemisa, el 6 de noviembre, los cubanos residentes en esta zona, se encuentran en total abandono por parte de las autoridades.

Según contó a esa agencia Orlando Moreno, un cubano de 75 años, quien, al regresar al pueblo, vio que el huracán Rafael había dejado solo los cimientos de su casa, la impresión elevó su presión arterial, por lo que el cubano tuvo que ser llevado de urgencia al hospital.

La casa de este pescador cubano se encontraba a pocos pasos del mar, enclavada en el asentamiento Playa Guanímar, ubicada en la costa sur de la provincia occidental de Artemisa, muy cerca de donde Rafael, con categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson tocara tierra el pasado 6 de noviembre.

Según explicó Moreno, no más queda en pie un cuartito, donde el pescador improvisó una cama con maderas y un cartón.

Asimismo, dejó saber que dos vecinos, ambos de avanzada edad como el, lo ayudan a buscar cosas de valor entre los pedazos de madera en el suelo.

El cubano al ser entrevistado por EFE llora desconsolado, no solamente por lo que perdió, sino porque, luego de dos semanas después del ciclón se ha sentido desatendido y desamparado. “Ningún funcionario o autoridad se ha llegado hasta lo que fue su vivienda”, señaló.

Sin embargo, la situación de Moreno no es exclusiva, en distintos lugares donde Rafael dejó devastación la queja entre la población es la misma, explicó la agencia noticiosa.

Más de dos semanas luego del ciclón, varios centímetros de fango cubren las calles y es difícil encontrar una casa sin daños. No hay ruido, apenas el de las escobas y el grito de una vecina a todo pulmón: “¡Estoy harta!”.

Otros cubanos como Marisol Valle, de 62 años, vecina del lugar tuvo un poco más de suerte, pero no es ajena al coraje de los pobladores.

“(No hay) atención del Gobierno, ninguna. Ellos (una comitiva) vinieron ayer. Pero no entrevistaron a nadie ni le preguntaron nada a nadie. Ellos vinieron, tiraron fotos y de ahí se fueron (…) Así nos sentimos todos: olvidados”, denunció la mujer.

Estos comentarios de residentes de los lugares por donde pasó el huracán desmienten el mensaje oficialista del régimen comunista, que asegura que el Gobierno está volcado en la reconstrucción.

La propaganda castrista a través de redes y medios estatales y oficialistas se ha visto en repetidas ocasiones a distintos miembros del Gobierno cubano, incluido el presidente, Miguel Díaz-Canel, visitando localidades afectadas por Rafael y hablado con grupos de damnificados.

Cuba se encontraba ya en una severa crisis económica antes de este ciclón. La escasa capacidad de respuesta estatal evidencia la creciente precariedad en que se ha sumido la isla en múltiples ámbitos.

En estos momentos, Playa Guanímar no hay electricidad y solo había agua a través de camiones cisternas, explicaron los cubanos del área, mucho de ellos regresaron dos semanas después del paso del fenomeno.

De acuerdo con la empresa estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE), al día de hoy en torno al 15 % de la provincia de Artemisa, la más afectada por el ciclón, aún carece de electricidad, las zonas más problemáticas son las rurales.

El Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que ya se encontraba en una precaria situación, se ha resentido especialmente con el ciclón. Rafael tumbó postes y torres de alta tensión, rompió cables y transformadores, pero también provocó un nuevo apagón nacional, el segundo en un mes, que costó días levantar.

El cubano Antonio González, de 57 años, puede entender la falta de servicios. Asegura que es algo habitual, aun sin huracán. Sin embargo, su molestia es la falta de comida, incluso en la bodega (tienda estatal con productos subvencionados).

“Aquí, nosotros, por lo menos la leche de los muchachos no la han traído. Ni pan… aquí nos trajeron agua, y malamente (…) Esto está terrible”, dijo el cubano con enojo. “Aquí no ha venido nadie. Si han venido, no los he visto”, apostilla.

De camino a Alquízar a visitar a sus dos hijos pequeños, quienes se quedaron en casa de su madre, la mujer que gritó que estaba “harta”, y quien prefiere no dar su nombre, cuenta que también hay molestia con las formas.

“Nos evacuaron a tiempo: bien, muy bien. Pero después nos tiraron a todos acá y hagan como puedan. Pero, ¿eso qué es? Yo a los niños míos no los llevo a la escuela. Miren el camino, está lleno de agua aún, no lo puedes pasar a pie. Y así quieren que la gente siga con su vida normal. Esto no tiene nada de normal”, denunció la mujer.

Lo alarmante de todo esto es que el régimen de Cuba continua recibiendo donaciones de diferentes países, como anunció hoy el medio oficialista Cubadebate, quien se regodea por haber recibido una donación de Japón.

También ha recibido donaciones de Brasil, de México, de Noruega entre otros, varios cubanos han denunciado las ventas de estas donaciones al pueblo que lo ha perdido todo, como fue la venta de colchones anunciada por el MINCIN.

Mientras estos cubanos, como muchos otros de ciclones pasado, tendrán que arreglárselas como pueda por la incapacidad del régimen comunista.

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