“El OCC dio a conocer que las protestas en mayo aumentaron en un 11.60% con respecto al mes de abril, debito a los constantes apagones y a la debacle de la economía en la isla”

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) publicó en su más reciente informe que durante el mes de mayo se registraron en Cuba un total de 716 protestas y denuncias públicas espontáneas, representando un incremento del 11.60% en comparación con las 633 compiladas en el mes de abril.

De acuerdo con el informe del OCC, los abusivos y diarios apagones fueron los detonantes para que se dieran manifestaciones en las calles, cacerolazos, pintadas, “plantes” y un tsunami de airadas demandas y comentarios en redes y medios.

“Los apagones eléctricos de hasta 20 horas galvanizaron el resentimiento de los cubanos hacia el gobierno en mayo”, explicó el OCC, quien registro 716 formas de protestas espontaneas en Cuba, 83 más (+11.60 %) que las 633 compiladas en abril.

El informe del OCC muestra un incremento de las protestas en Cuba en el mes de mayo, por los constantes apagones y la crisis económica en la que se encuentran los cubanos.

Exceptuando a La Habana, el déficit casi permanente de ausencia de fluido eléctrico en el resto del país, con todas las implicaciones que conlleva bajo temperaturas de más de 35 grados Celsius (pérdida de alimentos, dormir a la intemperie, cocinar con carbón o leña, falta de agua) mantuvo a la población enojada y temeraria, señaló el OCC.

Entre los desafíos a la policía represiva cubana se registró, una airada protesta de calle en demanda de corriente y comida en Baracoa (Guantánamo); cacerolazos durante apagones en Las Tunas, La Lisa (Habana), Juraguá (Cienfuegos), Camino de La Habana (Sancti Spíritus), y congas en cinco repartos de Santiago de Cuba.

De igual forma el OCC registró un bloqueo de calle en Centro Habana; pintadas contra Miguel Díaz-Canel en Jagüey Grande y Unión de Reyes (Matanzas) y en Alquízar (Artemisa).

Las redes sociales fueron escenarios de protestas por escrito o en video, así como comentarios publicados en contra del régimen en las publicaciones oficialistas.

Por otra parte, el informe deja saber sobre dos grupos de madres que se plantaron con sus hijos ante los gobiernos de Marianao (Habana) y Pinar del Río a pedir respuestas a sus problemas de vivienda, electricidad y otros de la crisis multilateral.

Mientras tanto, el régimen comunista de cuba, intentó aplacar las protestas a través de la represión policial, desplegando de forma intimidatoria en varias ciudades del país a tropas de los llamados boinas negras del MININT.

El régimen castrista redobló las amenazas, castigos, escarmientos y actos de violencia contra opositores, activistas, periodistas independientes y presos políticos, pero también contra sectores diversos de la sociedad civil, lanzando una campaña para censar a los jóvenes que no trabajan ni estudian y condenarlos por desobediencia si se mantienen desocupados.

La OCC registro además 94 protestas relacionadas con la alimentación, inflación y agricultura.

La situación con los alimentos continuó crítica en el período, al verse limitadas las ventas de la canasta básica subsidiada a unas libras de arroz y legumbres, y nuevas subidas de los precios de oferta y demanda en productos como el aceite de cocinar, el pan, los huevos y hasta los tubérculos y verduras como la malanga, el boniato y el pepino.

Las familias cubanas se vieron obligadas a gastar en víveres mucho más que el 70 por ciento de sus ingresos, mientras el incremento de precios de los alimentos fue de más del 50% de la inflación general.

“Entre los estratos sociales de menos ingresos hubo quejas por saltarse comidas, tener que cocinar los pocos alimentos sin el impagable aceite, y no poder dar a los hijos un desayuno nutritivo o comprarles un helado; algunos recurrieron para comer a prácticas extremas, buscando sobras en la basura o comiendo gatos o buitres carroñeros”, explicó el OCC.

En mayo el OCC alcanzó a contabilizar 16 asesinatos u homicidios con móvil de lucro o ajustes de cuentas, incluyendo a cinco mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas; 17 denuncias de personas desaparecidas; y 20 robos, asaltos o estafas.

Entre estos hechos, resalta la ONG, dos casos, incluido el de un turista italiano, donde se reportó intimidación con armas de fuego, raras hasta ahora en la delincuencia cubana.

Las protestas llegaron hasta la iglesia, explico el OCC, un ejemplo fue el sacerdote católico de Esmeralda, Alberto Reyes Pías, escribió el 24 de mayo en un post acerca de por qué piensa que Cuba necesita un cambio de sistema:

“¿Qué sentido tiene apoyar y sostener lo que está podrido? Lo que necesitamos no es más fluido eléctrico, ni que surtan las tiendas con comida, ni que vuelvan las medicinas a las farmacias, ni que arreglen las carreteras destruidas… Necesitamos rehacernos como pueblo, recuperar la propiedad de nuestras vidas y la libertad que permite, desde el propio esfuerzo, construir el presente y el futuro”.

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