El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio, Lula da Silva, regresa a la cárcel luego de que se le haya permitido asistir al funeral de su nieto Arthur.
El niño de siete años murió de meningitis el viernes. A Lula, como se le conoce, se le permitió ir al entierro en São Paulo el sábado, donde los partidarios se reunieron para saludarlo.
Lula está cumpliendo 12 años de prisión por cargos de corrupción.
En el funeral, el ex presidente insistió en su inocencia.
El sitio web de Lula dijo que anunció en el funeral que cuando conociera a Arthur en el cielo, demostraría su inocencia después de todo el acoso que el niño había sufrido en la escuela debido a que su abuelo estaba en prisión.
Lula, quien afirma que su condena fue motivada políticamente, también probaría que el fiscal y el juez que lo encarcelaron mintieron, agregó la nota.
Una figura icónica para la izquierda en América Latina, el ex sindicalista lideró a Brasil entre 2003 y 2010.
Pero fue condenado por el trabajo realizado en una propiedad frente al mar. En febrero, un tribunal duplicó la sentencia de Lula luego de que se lo declarara culpable de beneficiarse del trabajo de renovación de una empresa implicada en un escándalo de corrupción.
Sus abogados dijeron que apelaría contra la nueva condena.
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Lula había pedido permiso para asistir al funeral de su hermano en enero, pero la Corte Suprema de Brasil no concedió la solicitud hasta que el funeral estaba en marcha.
Sin embargo, el gobierno del estado de Paraná dijo que a Lula se le permitiría asistir al funeral de Arthur en São Paulo.
El ex líder está encarcelado en una prisión federal en Curitiba, la capital del estado de Paraná. Esta es su primera vez después de su condena en abril pasado.
Se hicieron arreglos para volar a Lula a São Paulo, aproximadamente a 340 kilómetros (210 millas) de distancia. Fue devuelto a su celda nueve horas más tarde, a las 15:45 hora local (18:45 GMT).
La de Lula fue la condena de más alto perfil de una extensa investigación anticorrupción conocida como Operation Car Wash, llamada «el mayor caso de soborno extranjero en la historia» por el Departamento de Justicia de EE. UU.
Sus partidarios han insistido en que es víctima de persecución política, con el Partido de los Trabajadores de izquierda solicitando su liberación.
El presidente Jair Bolsonaro dijo que esperaba que Lula «se pudra en la cárcel» en una dirección de video en octubre.
Su hijo, Eduardo Bolsonaro, un legislador de la fiesta de su padre, dejó en claro sus sentimientos acerca del lanzamiento temporal de Lula en Twitter, calificándolo de «absurdo» y declarando que «solo permite que un matón de alto perfil se haga pasar por víctima».
El tweet fue eliminado más tarde.
Fuente de la información: BBC Mundo