Las farmacias internacionales se fundaron en 1993 y aunque en los inicios sólo podían comprar en ellas los extranjeros. Con el paso del tiempo los cubanos fueron haciendo de ellos estas farmacias. Ante la falta de medicamentos en la isla para enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes epilepsia y el Parkinson.
Ante el lema de más con menos en la isla y que sin escrúpulos es utilizada en la industria farmacéutica los medicamentos cubanos carecen de efecto.
En la farmacia de la clínica internacional en la habana es casi imposible encontrar antibióticos a pesar del ridículo precio en CUC, eso sin comentar el mal trato de sus dependientes. Al ver al público cubanos no hacen otra cosa que maltratar y contestar a medias las preguntas que se le hacen. A pesar que pagamos en la misma moneda del extranjero.
En el hospital Calixto García en la habana cuba los médicos están amarrados de pies y manos. Pues carecen de un stock de medicamentos que exista en las redes de farmacias en moneda nacional. Para poder recetar a sus pacientes cuando acuden al cuerpo de guardia. Pedir allí un medicamento de primera generación resulta objetos de burlas.
Segundas opciones
Para el cubano de a pie, sin familia en el extranjero, después de buscar el medicamento en el mercado negro. Se van a caritas en las iglesias para ver si pueden resolver el medicamento que necesita su familiar. Solicitar la ayuda de ONGs es otra de las opciones para resolver el déficit de fármacos en la isla. Esto resulta una misión casi imposible. Es verdaderamente desesperante tener un familiar hospitalizado y no contar con lo básico. No hay sondas vesicales, colectores. Qué podemos esperar para lo más sofisticado como citostáticos o antibióticos.
Ante este desabastecimiento en la isla y este caos el gobierno envía a Venezuela medicamentos de producción nacional.
Las normas de la Aduana cubana restringen a los pasajeros internacionales la entrada de hasta 10 kg de medicamentos. Libres de impuestos siempre y cuando viajen en equipajes separados y con sus debidas etiquetas.
El cubano de a pie se encuentra con una piedra amarrada a su cuello y listo para ser lanzado al vacío.
Fuente: Radio television Marti
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